Había una niña que estaba sentada en su cama, se quedaba pensando en todo lo que perdió por haber hablado, solo por una pequeña palabrita.
Esa mañana ella solo quería ir a la escuela y ver a los amigos, nunca se imaginó que su día iba a cambiar tanto.
Entró como todos los días a la escuela y se sentó junto a sus amigas que sabían su secreto mejor que nadie, y que le habían prometido no decirlo a nadie.
Ella creía haberlo olvidado, pero como se mentía a si misma. Ella lo amaba con locura, aunque para el, ella solo fuera una amiga. Como le dolía saber eso.
Aunque le bastaba estar cerca de el, para cuidarlo como se cuida al mayor tesoro del mundo, para ella, el era lo más valioso que tenía.
Aunque le había dicho a mucha gente que no lo amaba, que para ella, el solo era un amigo más en su vida, lo que ella sentía por el era algo mas que una pequeña obceción o un capricho como todos.
Ella le decía como enfrentar el hecho de que la persona que el amaba estaba enamorada de otra persona. Le decía lo que ella no podía hacer para enamorarlo a el. Porque ella sntía lo mismo, estaba enamorada de alguien que amaba a otra persona, y le dolía más que fuera una amiga casi hermana.
Para ella, el era como su droga, ella era adicta a su presencia, si el no estaba, ella se sentía separada del mundo real, muy sola y muy triste.
La gente le decía que le dijera lo que siente, pero ella no quería por temor a lastimarlo más de lo que ya estaba, y prefirió seguir ayudandolo en algo que ella sabía desde el principio que era un caso perdido.
Ella siempre estuvo para el, siempre lo consoló, le ayudó, era capáz de mover cielo, tierra y mar, si el lo quería de esa manera, por el, ella podía bajar las estrellas y amarrar la luna a su ventana si el se lo pedía, aunque el nunca lo vió de esa manera.
Hasta que llegó el día en que por un accidente del corazón, le dijo todo lo que sentía por el, desde la razón por la que lo cuidaba, hasta el porqué de la exactitud de sus palabras, y no era porque ella fuera mágica, si no que ella sabía lo que el sentía, ya que ella también lo sentía.
Desde ese momento ella vive triste intentando olvidarlo, porque ella sabe, al igual que el, que la persona que ellos aman nunca serían para ellos, estaban condenados a ver como la persona que amaban, amada a alguien más y solo podrían ayudarlo en un momento de duda, más nunca llegar a ser la persona gobernante de su corazón.
Así que ella, tendida en su cama, lloró como nunca había llorado jamás, descargando una parte de la tristeza que la embargaba, queriendo que ese día fuera solo un pequeño sueño y que nada de lo que pasó fuera real.
Lamentablemente para ella, las cosas más horribles siempre suceden en la vida real, el cuento de que el chico se da cuenta de que la persona que en realidad lo amaba siempre estuvo a su lado.
Eso seguiría siendo un cuento, un cuento en el que a ella le encantaría perderse.


Esta historia, la basé en algo que ocurrió un día, una chica se enamoró de su mejor amigo, el único problema era que el amaba a su mejor amiga.
Esa historia es mia.
Es solo una parte de la verdadera historía.
Historia que algún día contaré.